Las redes están consideradas en gran parte como grandes democratizadores sociales. Hoy en día, todos estmos en Instagram, Twitter y Facebook, y se supone que estos sitios nivelan la socializacion, permitiendo que personas de todo el mundo se comuniquen.

Sin embargo, en los últimos años, las noticias de aplicaciones exclusivas han hecho que el resto del mundo se sienta como lo que realmente somos, y también hemos aprendido de la existencia de plataformas sociales de élite que llegan a la vida.

Descritos como «clubes de campo digitales», estas aplicaciones para ricos, famosos y bien conectados operan esencialmente como clubes o sociedades secreta que ofrecen a sus usuarios la sensación de privacidad y exclusividad que anhelan.

Estas aplicaciones son los clubes costosos, solo para miembros, en los que todos intentamos entrar, el Soho de las redes sociales, con una ubicación online y actividad social de lo más deseable.

Best of All Worlds

Conocida cariñosamente como «BOAW» para sus usuarios, es una de las aplicaciones líderes en el mercado de redes sociales exclusivas. fundada por el conde sueco Erik Wachtmeister, quien fundó también la más conocida «A Small World», tiene un enfoque híbrido entre Facebook y LinkedIn, porque, por supuesto, para los adinerados y bien conectados, el negocio es un placer.

The Marque

Si bien BOAW opera como una especie de híbrido de LinkedIn / Facebook, The Marque es, en esencia, un Meetup muy, muy exclusivo.

En sus eventos, todos se sienten relajados, porque están rodeados de sus iguales . Además, a diferencia de BOAW, The Marque tiene un precio muy claro. Aunque cuesta mil libras al año ser miembro, para sus miembros, esa cantidad seguramente solo un primer filtro. Es solo por invitación, y requiere de una entrevista donde exponer la trayectoria profesional de las finanzas de la mayoría de sus usuarios. El acceso se basa en el éxito de sus usuarios.

Rich Kids

Para los más jóvenes y más conocedores de la tecnología, está RichKids; una aplicación para compartir fotos, similar a Instagram, cuya alta tarifa mensual de 1.000 € les permite publicar y compartir fotos de todas sus grandes aventuras, o su costosa cena.

Su modelo comercial es, sin duda, un tanto extraño: la aplicación es técnicamente gratuita y abierta al público, pero los usuarios deben pagar la abultada tarifa mensual para poder publicar sus propias fotos.